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Brink

Brinking Bad.

Te valdrás del sistema SMART, que lo llaman, para moverte por los escenarios haciendo parkour. Si presionas LB/L1 tu personaje corre y salta automáticamente, y hasta puedes colgarte de salientes, rebotar en paredes y buscar rutas alternativas. Es ágil y posiblemente añada una capa de fluidez que le viene bien, pero en el fondo sirve de poco. Durante los combates tendrás que cubrirte y disparar, y solo marca la diferencia en las persecuciones, que son pocas e infrecuentes.

Por desgracia el juego no tiene mucho más, y lo que tiene no ayuda en absoluto a convencerte de que debas dedicarle más horas. La progresión de los personajes es bastante regulera y las recompensas que obtienes por hacerlo bien no merecen demasiado la pena. Sí, unos cuantos skins y accesorios más, y alguna que otra habilidad, pero en un plisplás lo tendrás solucionado. De hecho cuando llegas a nivel cinco ya te invitan, con un logro, a que pases a crearte otro personaje. Y está bien eso de poder personalizar el aspecto de tu avatar, pero no deja de ser, al fin y al cabo, una anécdota sin efecto durante las partidas.

Los gráficos, por otra parte, son posiblemente la otra gran decepción. Un juego que sale ahora tiene que saber que compite contra Crysis 2, Killzone 3, Black Ops o Medal of Honor, y que esa será la vara de medir. Brink desde luego no está a la altura. Utiliza el mismo motor que Doom 3 (el idTech4), y vemos constantes bajadas de framerate, unas animaciones terribles, no hay apenas físicas, los escenarios no son destructibles, la detección de impactos va muy por los pelos, la iluminaición es casi inexistente –los personajes no tienen sombras-... y así hasta llegar a puntos incómodos en los que hasta la ausencia de antialiasing hace que el horizonte se convierta en una nube de jaggies, bordes dentados y píxeles exagerados que te impiden hasta diferenciar si lo que hay detrás de las cajas es un malo o una textura que tarda en cargarse.

Te dan habilidades y armas a medida que progresas.

A Brink lo han querido cubrir de una capa de complejidad que le viene grande. El modo para un jugador es impresentable y hubiese sido mejor centrarse en las mecánicas que lo hacen fuerte, y que en realidad son la mar de simples: un multijugador que bebe de los mods clásicos. Aparte de eso tiene pocas virtudes que lo hagan fuerte.

Hay muchas alternativas mejores, ahora mismo, en el mercado de los juegos de acción en primera persona online. Quizás ya estés cansado de los demás y quizás te atraiga el diseño artístico, y entonces no estaría mal que lo probases, pero por lo demás sabe a título inacabado, técnicamente pobre y lleno de fallos que hacen difícil justificar su compra.

6 / 10

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Brink

PS3, Xbox 360, PC

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Acerca del autor
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Xavi Robles

Eurogamer.es Managing Director

Xavi es el director de Eurogamer España y lleva analizando juegos desde hace más de 10 años. Se le dan especialmente bien los shooters y los juegos deportivos pero le da caña a todo lo que se le ponga por delante. Puedes seguirlo en Twitter: @xavirobles

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