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Sam & Max: The Penal Zone

Temporada 3 – Episodio 1.

Perro viejo nunca muere. Y si va acompañado de un conejo sádico hiperactivo ni te cuento. En efecto, estamos hablando de Sam y Max, los dos policías freelance más conocidos del mundo del videojuego, dispuestos a dar guerra en una tercera temporada, Devil's Playhouse, tras el éxito de Save the World y Beyond Time and Space. En esta ocasión se enfrentan a la mayor amenaza con la que han tenido que lidiar: un conejo psicópata obesionado con la violencia adquiere poderes psíquicos cuando posee ciertos objetos, que le pueden otorgar un poder lo suficientemente grande como para destruir el universo.

Sí, nos referimos a Max. Uno de esos poderes es ver el futuro, con el cual anticipa la llegada de Skun-ka'pe, un gorila extraterrestre con intención de conquistar el universo y llevarse a todos los topos que pueda, ya que le sirven de combustible a su nave. Tras diez minutos fulgurantes que nos permiten anticipar el futuro, Sam y Max deberán investigar por su cuenta la manera de encerrar a Skun-ka'pe en una cárcel dimensional llamada la Penal Zone aprovechando los recién descubiertos poderes del peligroso conejo.

Como todo buen episodio de Sam & Max, los dobles sentidos, las crípticas referencias que te obligarán a googlear (o, como bien dice uno de los trofeos, preguntar a tus padres) y el humor negro de Max nos brindan momentos memorables. Este inicio de temporada es posiblemente el más dinámico de los tres, acelerando las clásicas presentaciones y dejando espacio a más chistes. Os recomiendo jugar a la demo aunque sólo sea por ver el homenaje a Scarface.

Este episodio se divide en cuatro actos, de los cuales el primero y el segundo son bastante parcos en lo que a pruebas difíciles se refiere, y están bastante por debajo de la segunda mitad. De esta parte descontamos los primeros diez minutos, una genial muestra de surrealismo de las que tanto disfrutamos en este género. Si tenemos el sistema de pistas activado serán coser y cantar, en caso contrario tampoco sufriremos mucho en busca de respuestas. Una vez aprendemos las bases de esta aventura (principalmente el uso de los poderes psíquicos de Max), podremos enfrentarnos a la última mitad del juego, mucho más desafiante y que incluso se permite un par de momentos de descanso del Point & Click clásico.

Un jugador muy habilidoso no tardará más de 5-6 horas en pasarse este primer episodio, aunque para ello es probable que necesitemos el mal disimulado sistema de pistas que es el principal poder de Max en el primer episodio: la futur-visión, que le permite anticipar lo que va a pasar en breve a ciertas personas u objetos. En ningún caso te dan la solución directamente, y en muchas ocasiones se requerirá una gran imaginación para conectar los retales de futuro de un mismo escenario... o de varios, porque también podremos teletransportarnos a diferentes lugares.

Los escenarios siguen rebosando del espíritu caricaturesco y bizarro (aunque menos que el de los propios personajes, eso por descontado) que ha caracterizado a la saga, aunque la mayoría de los aquí mostrados ya eran viejos conocidos. Aunque se puede apreciar una leve mejoría en la calidad gráfica (especialmente en la versión PS3, como explicamos más abajo), el motor gráfico de Telltale pide a gritos un lavado de cara.