Ready 2 Rumble Revolution

Puedes lanzar puñetazos rectos, ganchos y uppercuts con la derecha o la izquierda, a la cara o al cuerpo, y ya sean golpes flojos o fuertes. También te puedes agachar, parar y lanzar contraataques. Transmites los movimientos a la máquina vía un ridículo sistema de gestos con el mando y el nunchuk; a veces hacen falta modificaciones de botones y otras no uno si no dos movimientos direccionales (los puñetazos fuertes se hacen con un movimiento inicial hacia fuera; a la izquierda con el nunchuk y a la derecha con el mando). Luego te sacudes hacia adelante para un puñetazo normal, arriba para un uppercut o atrás y hacia adentro para un gancho.

Hay varios problemas importantes con eso. Primero: no se siente ni se ve como el boxeo. Los movimientos espasmódicos son más como tratar de dirigir una orquestra tocando la banda sonora de Tom y Jerry mientras están borrachos, o intentar pasar la mecánica de Street Fighter al lenguaje de signos. No tiene sentido y ofrece cero catarsis y diversión táctil —y eso tendría que ser el sentido principal del sistema de gestos.

Segundo: la detección de los gestos no es suficientemente buena, especialmente para los puñetazos fuertes en dos pasos —aunque de hecho para todos. No te puedes fiar de casi ningún movimiento, incluso si es algo simple, como mover el nunchuck y el mando a la vez para agacharse, por ejemplo. Aunque eso pasa en varios juegos de Wii, Ready 2 Rumble Revolution abre una nueva dimensión de fallos en la detección y malas interpretaciones. Mientras que otros juegos como Power Mario Tennis son imperfectos pero fluidos, Ready 2 Rumble ni siquiera se acerca a eso.

Tercero: es demasiado lento. Lleva un tiempo ejecutarlos, lleva un tiempo acertar y, antes de eso, lleva un tiempo que tu cerebro decida qué movimiento sin sentido tiene que mandar hacer a tus brazos. Destruyen completamente el ritmo y el ritmo es crucial en cualquier juego de lucha que quiera triunfar.

Y eso nos lleva al cuarto y quizás el problema más grande de Ready 2 Rumble Revolution: uno que quizás no se hubiese solucionado ni que un mando tradicional. No tiene ritmo. Es el chico blanco en la pista de baile.

Cuando jugaba a los minijuegos de entrenamiento me di cuenta de ello. Esos simples juegos son bastante difíciles y acepté que no era culpa de la tecnología, esta vez, eso de que fallase. Simplemente no podía meterme en el ritmo del juego, entender lo que quería que hiciese y en qué momento.