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Probamos el Backpack PC de MSI en el Computex 2016

Hola, VR. Adiós, cables.

Si hay algo que resulta evidente tras darse una vuelta por los pasillos del Computex 2016 que se celebra estos días en Taipei es que la industria informática de consumo se está volcando de forma masiva con la realidad virtual. Los product managers reconocen desconocer si será una moda pasajera o algo que ha llegado para quedarse, pero dispositivos como el Oculus Rift o el HTC Vive (nota curiosa: en el showfloor es casi imposible encontrar el casco de la compañía propiedad de Facebook, realizándose casi todas las demos con el de la marca de Taiwan) se ven ahora mismo como el motor que hará avanzar el crecimiento económico del sector.

La mayoría de compañías ha presentado componentes y periféricos que ostentan la etiqueta "VR ready" de forma bien visible, y MSI no es una excepción. Ahí están sus tarjetas gráficas basadas en las GPUs GTX 1070 y 1080 de Nvidia o el pequeñísimo ordenador Aegis X con puerto HDMI frontal (hablaremos de ellos más adelante), pero nada representa mejor esta fiebre por la realidad virtual que el peculiar y sorprendente Backpack PC.

Permitidme que haga un pequeño inciso. No es ningún secreto que desde el principio me he mostrado bastante escéptico con la VR (y lo sigo siendo), pero tras probar hace unas semanas durante varias horas el HTC Vive muchas de mis dudas se disiparon de forma positiva. Es una tecnología increíblemente inmersiva y con unas aplicaciones potenciales impresionantes, pese a carecer a día de hoy de software a la altura que justifique su compra. Su mayor defecto, sin embargo, es uno con el que hemos lidiado casi toda la vida: las conexiones físicas. El Vive depende de la conexión de varios cables, y no es raro tropezar con ellos mientras te encuentras inmerso en un juego. En lo que respecta al hardware, esa es mi mayor queja.

Mientras esperamos a que la tecnología evolucione lo suficiente como para permitir que los cascos de realidad virtual sean inalámbricos, superando los obstáculos de latencia e interferencias actuales, parece que la solución está en la conversión del PC en dispositivo wearable. El Backpack PC de MSI es, básicamente, un PC montado en formato mochila, con componentes potentes para mover RV sin problemas, puertos muy accesibles en la parte superior y una batería. Enciéndelo, conecta tu casco, cuélgalo de tus hombros y ya estás listo para sumergirte en un mundo virtual sin correr el peligro de darte de morros con el suelo por culpa de un tropiezo con el manojo de cables.

En el interior monta una CPU Intel Core i7 de sexta generación (Skylake) con una tarjeta gráfica GeForce GTX 980 (versión desktop, no en módulo MXM), la cual podremos actualizar en el futuro - los planes de MSI son, al parecer, lanzar más adelante otro modelo con la siguiente generación de GPUs de Nvidia. La batería, con una autonomía de hora y media, no es demasiado generosa, aunque teniendo en cuenta que las sesiones de juego con VR no suelen ser largas esto no supone un gran problema. Y aunque inicialmente da la sensación de que sus 5 kilogramos de peso pueden ser su mayor lastre, tras probar este curioso dispositivo debo reconocer que es muchísimo más cómodo de lo que imaginaba.

No es tan ligero como cabría desear, pero no noté ningún cansancio al usarlo para jugar a Space Pirate Trainer, y la libertad que te da jugar sin estar atado al ordenador de escritorio se agradece muchísimo. También sorprende para bien el sistema de refrigeración; el equipo llevaba un buen rato en funcionamiento, pero no se apreciaban altas temperaturas en su carcasa ni tampoco que emanase calor hacia la espalda mientras lo tenías colgado de los hombros. Es un equipo francamente peculiar, pero su diseño está muy bien pensado y los ingenieros parecen haber tenido en cuenta todas las posibles contingencias.

El Backpack PC ha sido diseñado para ser utilizado con cascos de realidad virtual, pero echando un poco de imaginación puede tener otros usos. El primero que me pasa por la cabeza, siendo un veterano de la Euskal Party, es como equipo para llevar a LAN Parties: facilísimo de transportar y con potencia de sobras para mover cualquier juego actual. Otro pueden ser simulaciones de entrenamiento para profesiones de riesgo, como la de bombero. Y no son las únicas que veremos cuando se ponga a la venta a finales de este mismo año, con un precio que -desgraciadamente- todavía no se ha hecho público.

En innegable, en cualquier caso, que se trata de un producto de nicho. Puede incluso que una curiosa extravagancia. Pero en MSI son plenamente conscientes de ello; al hablar con sus responsables explican que es un experimento destinado a un segmento de mercado en el que por ahora no hay referencias claras y una respuesta práctica a uno de los mayores defectos que presentan actualmente los dispositivos de realidad virtual. El Backpack PC no está hecho para la mayoría de nosotros, sino para un público entusiasta muy concreto y determinadas aplicaciones profesionales. Pero su mera existencia es reconfortante: a uno le alegra ver que, entre tanto producto tradicional, de vez en cuando aparecen ideas para solucionar pequeños quebraderos de cabeza, por muy locas que sean.

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