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Agosto-septiembre de 1964. MGS 3: Misión Snake Eater

Ponte al día para no perderte nada de la historia de The Phantom Pain.

Agosto-septiembre de 1964. MGS 3: Misión Snake Eater

La misión Snake Eater obliga a Jack a ponerse en la tesitura de matar a su mentora, de nuevo con la ayuda de la unidad FOX. Allí tiene que reunirse con uno de los dos agentes de la NSA que habían desertado de los Estados Unidos para unirse a la URSS, actuando como agentes dobles para los americanos. Su nombre en clave es ADAN (cuya identidad es en realidad la de Revolver Ocelot, de nombr real Adamska), pero quien aparece es su compañera EVA. O mejor dicho, una agente del gobierno chino que se hace pasar por EVA y que ayudará a Snake en su operación para poder robar más tarde el microfilm con el Legado gracias a su identidad como Tatyana.

En el laboratorio donde debía estar Sokolov encontramos a Aleksandr Granin, cuyo prototipo de tanque bipedal no ha sido del agrado de Volgin y se dedica a ahogar sus penas en alcohol. Le cuenta a Naked Snake que planea vengarse mandándole los planos a un colega estadounidense: por las fotos de su despacho descubrimos que no es otro que Huey Emmerich, padre de Otacon.

Cuando Snake logra llegar al complejo donde esconden a Sokolov se encuentra a Tatyana huyendo con el microfilm que contiene el Legado. El ingeniero le explica que el Shagohod ya está terminado y solo se puede destruir con explosivos C3. No tienen mucho tiempo para planearlo, ya que Volgin les descubre y les traslada a una celda de tortura, donde Sokolov muere (a menos que consideremos Portable Ops como canon, que veremos que no es el caso). Para probar la lealtad de The Boss, Volgin le exige que le quite los ojos a Snake, algo a lo que tanto ella como Tatyana se oponen. Ocelot piensa que esto indica que Tatyana es una espía, así que juega a una ruleta rusa trucada. Snake le golpea en el último momento, recibiendo una bala que le hará perder un ojo y vestir su icónico parche. Es en ese momento cuando Ocelot parece interesarse por primera vez en aprender el arte de la tortura. Tras su huida, con momento El Fugitivo incluido, Snake se reencuentra con EVA y planean el asalto para destruir el Shagohod.

Snake coloca múltiples C3 en los tanques de combustibles del almacén con un temporizador hasta que aparece Volgin con The Boss y Ocelot, además de Tatyana como prisionera. Volgin le entrega el microfilm a The Boss y en ese momento es cuando las cartas se empiezan a destapar. Volgin se queda solo contra Snake: The Boss se va con Tatyana y Ocelot se niega a matar a Snake si no es en una batalla justa, así que abandona la escena. Tras vencer a Volgin, Snake huye en moto con EVA. Volgin les persigue con el Shagohod, pero tras varios combates es derrotado. Solo queda una cosa por hacer para terminar la misión: matar a The Boss.

EVA le acompaña hasta el lugar donde ella le espera y se retira a preparar el avión de huida. The Boss le explica a Snake que desde una misión en la que viajó al espacio y pudo observar todo el planeta, su objetivo ha sido reunificar el mundo partido en dos por la Guerra Fría, un lugar donde prime la libertad y donde los soldados puedan vivir sin estar atados a la política y sus condiciones cambiantes; el amigo de ayer es el enemigo de mañana. The Boss muere sabiendo que era necesario que ella desapareciese para lograr esa unión, pero antes le entrega a Snake el microfilm con el Legado de los Filósofos para que pueda cumplir su voluntad.

Ocelot aparece en el último momento para retar a un último duelo a Snake, pero pierde. Una vez están a salvo, EVA le roba el microfilm a Snake. Lo que no sabe es que Ocelot le ha dado el cambiazo a Jack en secreto, así que ella acude a China con un microfilm falso y termina siendo expulsada de las filas del ejército. Este microfilm en realidad solo recoge la mitad del Legado; el resto sigue en manos rusas, probablemente la KGB.

Snake acude finalmente a una ceremonia donde la CIA le da un nuevo nombre en clave: Big Boss, que no es de su agrado. Matar a The Boss significaba cumplir la misión, pero también traicionar a sus ideales y dejar que el mundo la recordara como un monstruo: los americanos por desertora y los soviéticos por el bombardeo nuclear de la Misión Virtuosa. Su tumba anónima reza: "En memoria de una patriota que salvó el mundo".

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