LocoRoco 2

¿Es ofrecer más de lo mismo algo malo? lo pregunto porque cuando lo prueben, muchos jugadores opinarán que LocoRoco 2 no ofrece mucho más a la fórmula que el primer juego, y que tiene más elementos de expansión que de secuela, con novedades más bien escasas. Pero... ¿verdad que uno nunca se cansa de las hamburguesas del McDonalds? ¿o de los dónuts de chocolate? ¿o de ver desfiles de Victoria's Secret? Pues con LocoRoco 2 ocurre lo mismo: puede que sea más de lo mismo, pero bienvenido sea porque no nos cansamos nunca de estos adorables y simpáticos bichos.

LocoRoco 2 es un juego que, ante todo, entra por los ojos: su dirección artística (obra de Tsutomu Kouno) es, con diferencia, la mejor que puede verse en PSP (con permiso de Patapon), con colores alegres y diseños de estilo vectorial. Todos los personajes del juego (desde los LocoRocos a los Mui-Mui, pasando por los Moja o diferentes animales) están, además, dotados de bastante carisma. Uno no sabe si se debe a la genialidad de Kuono o a ese aspecto tan "cute", pero desde luego que todas las criaturas que habitan este particular universo tienen un "algo" especial.

Obviamente, se mantiene el particular esquema de control que ya tenía la primera entrega. No manejaremos directamente a los protagonistas, sino que con los gatillos L y R inclinaremos el escenario treinta grados para que rueden hacia la posición que deseemos, y pulsando ambos gatillos al mismo tiempo haremos que boten. También se pueden unir varios LocoRocos dejando pulsado el botón círculo, y separarlos en varios más pequeños pulsando rápidamente el mismo botón. Es un planteamiento original y muy alejado de los cánones del género, pero que con tan sólo unos minutos de práctica se hace totalmente accesible. Dominarlo, eso sí, ya es otro cantar...

Porque LocoRoco 2 es algo más difícil que su predecesor, y éste ya tenía momentos capaces de acabar con la paciencia de cualquiera. No es tanto que la dificultad haya aumentado como consecuencia de la inclusión de nuevas habilidades (ahora los LocoRoco pueden nadar), algo que está bastante bien calibrado, sino porque los diseñadores de niveles se han estrujado la mente para crear escenarios que requieren de bastante precisión por parte del jugador. Que nadie se deje engañar por su aspecto infantil: LocoRoco 2 es capaz de hacer sudar incluso a los jugadores más experimentados.

Para superar los 25 niveles del juego deberemos atravesar diferentes escenarios eliminando a los Moja y recolectando fruta, que sirve para aumentar el tamaño del protagonista y, al mismo tiempo, permitirle dividirse en un mayor numero de LocoRocos. Existen numerosos objetos a descubrir y maneras alternativas de superar los diferentes niveles, lo cual proporciona una mayor rejugabilidad al título.

La música, que ya era uno de los componentes más destacados de la primera parte (con canciones interpretadas por niños en un lenguaje inventado por Kouno) adquiere una importancia mucho mayor en LocoRoco 2. Ahora, los Moja (nuestros enemigos) han aprendido a cantar, y utilizan sus canciones para eliminar las flores y el colorido de los escenarios. Uno de nuestros objetivos durante el juego será recolectar notas musicales que servirán para combatir esos efectos, y también para descubrir zonas bloqueadas, avanzar el propio nivel o para desbloquear muebles que usar en la casa Mui-Mui. En determinados momentos accederemos a minijuegos musicales, que básicamente se basan en apretar el botón círculo en los instantes adecuados (sincronizados con el ritmo de la canción que suene), y si los superamos obtendremos más notas musicales.

Una vez terminado el modo principal de juego tendremos a nuestra disposición un par de minijuegos, aunque lo cierto es que resultan decepcionantes. Uno de ellos es una especie de Whack-a-Mole (el típico juego de golpear un topo que sale de un agujero) y en el otro deberemos adivinar el ganador en una carrera entre varios LocoRocos. Bastante insulsos los dos, la verdad. La verdadera estrella de la función en cuanto a extras en la Casa Mui-Mui, que podemos decorar con los objetos, muebles y sellos que recolectemos durante la aventura. Y creedme... son muchos; os llevará mucho tiempo conseguirlos todos.