Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010
EA se lo ha tomado en serio.
Con las botas puestas
Cuando cogemos el mando ya vemos que todo ha cambiado bastante. Está claro que la base es de FIFA 10, pero todo con un puntito más de calidad. Los gráficos son ligeramente mejores, en especial las caras de varios jugadores, el césped o el tratamiento del color.
Las animaciones también han estado entrenando, y sin que el número de novedades sea exagerado sí que es suficiente como para sorprendernos; controles con la puntera y con el pecho, caídas espectaculares, un montón de nuevas celebraciones… y nuevos regates. En este vídeo ya os enseñamos cuáles y cómo se hacen. Van especialmente bien los de cancelación de tiro manteniendo apretado el botón de regates. Das un taconazo a lo Cristiano Ronaldo y cambias ligeramente la dirección de la carrera. Es muy parecido a la cancelación de tiro de PES, y quizás sea el regate más fácil y efectivo de todos. Esos que no tienen mucha idea de cómo hacer bicicletas y marsellesas se alegrarán de poder hacer alguna cucamona rápida y fácil, sin duda.
Más mejoras. Los tiros por fin son tiros y no brisas matutinas. Son más contundentes, duros, imprevisibles. No por ello es más fácil marcar, pero la diferencia con FIFA 10 es considerable —y a mejor, claro. Los pases por alto también han mejorado, y existe la teoría que los pases por bajo son menos efectivos. La verdad, no lo hemos notado.
Y por último está la IA en general, que sigue al mismo nivel que en FIFA 10 a excepción de los porteros, que ya no son madres que salen a recibirte con los brazos abiertos cuando entras en el área. Las vaselinas ahora son difíciles, tienen más capacidad de reacción. Son más listos.
Para la fase final del match hemos dejado los penaltis, el aspecto de la jugabilidad que ha sufrido cambios más radicales. Para aprender a chutarlos es imperativo pasarse por el tutorial; de hecho han creado una sección en el menú principal sólo para enseñarte a tirarlos. La nueva filosofía es que son suficientemente importantes, en un Mundial, como para someterse a un sistema de presión.
Dependiendo del partido en el que estemos nuestro jugador lo tendrá más o menos fácil para marcar. Primero hay que acertar en una barra de “compostura” y apretar el botón cuando un icono se sitúe sobre la zona verde. Luego hay apuntar, pero sin pasarse, porque es fácil chutar a las nubes. Se ha incluído la paradiña y mejorado el globo, y si eres portero tienes unos microsegundos para adivinar hacia dónde va el chute. En general nos ha encantado —aunque al principio, como fallábamos siempre, no parábamos de maldecir— pero es complicado tener que enseñarle a todo el mundo cómo se dispara la pena máxima.
La verdad por delante, este producto tiene suficientes mejoras y autonomía como para no considerarse una triquiñuela de EA para embolsarse dinero fácil. Se nota que se lo han tomado en serio y, sorprendentemente, el hecho de comprarlo o no dependerá precisamente de eso que hablábamos al principio: de la ilusión que haya generado —o genere— en ti esta competición. Tienes 199 equipos, un montón de estadios sudafricanos y un buen puñado de los del resto del mundo —para hacer los amistosos previos a la competición—. El único gran pero es, claro, la ausencia de clubes, y ésta sea quizás el mayor fallo de este producto. Del mismo modo que en FIFA 10 hay varias selecciones, aquí tendrían que haber mantenido los equipos más importantes.