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El dilema del juego tradicional

Las ventas de Take-Two sugieren que nunca ha sido mejor momento para ser un core gamer.

No todas las semanas empiezan como esta, con una ingente cantidad de datos de ventas como las que presentó Take-Two en la conferencia Wedbush Securities, aunque viendo las cifras en cuestión no es raro ver por qué Take-Two se muestra confiada en hacerlas públicas.

Después de todo, ¿qué compañía no querría decirle al mundo que su franquicia estrella ha alcanzado los 100 millones de copias, mientras que el progreso de sus otras propiedades progresa demostrando una continuada y elogiable capacidad para crear de cero franquicias que venden millones?

Take-Two se ha enfrentado a un interesante problema en los últimos años. Varias preocupaciones sobre regulación y administración han afectado a la compañía, y ha tenido que luchar contra la - más que inmerecida - creencia en el mercado de que simplemente es "la empresa de GTA", reduciendo sus demás franquicias a simples aperitivos ante el plato principal, los Grand Theft Auto.

Pero pese a ello, y quizás en parte debido a esa fama, Take-Two ha hecho un admirable trabajo en los últimos años para crear y mantener un establo de grandes franquicias. Los números de esta semana no acaban de romper la imagen de una compañía que gira en torno a la franquicia GTA - el principal titular era que GTAIV rozaba los 20 millones de copias -, pero sí reafirman la salud de GTA y que Take-Two tiene otros ases en su manga.

"Han habido, sin embargo, cambios en el mercado del juego tradicional."

Llegados a este punto generalmente se acepta la opinión de que las compañías de tamaño medio se enfrentan a un futuro algo negro. A las que están por debajo de las más importantes se les ha dicho durante años que o bien necesitan especializarse en un nicho, preferiblemente uno en el que sea difícil de entrar o cuyo modelo de negocio sea lo suficientemente diferente como para mantener alejados a los grandes depredadores, o bien deben convertirse rápidamente en compañías triple A, lo cual desde luego no es nada fácil teniendo en cuenta el estado de la industria.

Take-Two ha tomado con éxito, en líneas generales, este segundo camino, apoyándose en la seguridad y confianza que otorga tener detrás el colchón del éxito de la saga GTA. Lo que realmente vale la pena tener en cuenta, desde un punto de vista más amplio de la industria, es que lo ha hecho mientras centraba toda su atención en el mercado del "core gaming".

Este mercado sin duda ha perdido algo de atención en los últimos años - algo comprensible y correcto teniendo en cuenta como innovaciones tipo Wii, App Store o Facebook han redefinido el panorama de la industria. Sin embargo las cifras de Take-Two (y las de otras compañías como Microsoft, EA o, hasta cierto punto Activision) prueban que hay muchas franquicias y juegos de muchísimo éxito que se crean para el mercado de jugadores tradicionales. De hecho, más que antes.

El mercado del juego tradicional ha sufrido cambios - más sutiles que la revolución en el juego social o para móviles, claro. En algunos casos, incluso es la misma tecnología que ha permitido la aparición de nuevos mercados móviles y de juegos sociales la que ha llevado esos cambios al juego hardcore. El uso habitual de los DLCs, por ejemplo, ha creado nuevas oportunidades para convertir éxitos en un generador continuo de beneficios - algo que la propia Take-Two ha explotado a la perfección con el contenido adicional para GTA IV.