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Probamos a fondo la versión para PC de Final Fantasy XII: The Zodiac Age

60FPS en una exigente remasterización.

Final Fantasy XII: The Zodiac Age por fin está disponible en PC, ofreciendo la posibilidad de jugar a resolución 4K nativa y sesenta frames por segundo. Con la versión para PlayStation 4 Pro operando a 1440p con un límite de 30FPS (y en la PS4 estándar a 1080p30), este port tiene el potencial de ofrecer la mejor versión del juego hasta la fecha, cumpliendo con todas las expectativas sobre lo que debería proporcionar una remasterización.

De forma similar a Final Fantasy X, las mecánicas jugables, la animación y otros componentes fundamentales se diseñaron originalmente para funcionar a 30FPS, con lo cual se han tenido que modificar para permitir frame-rates más altos sin que esto rompa el juego. No es siempre una tarea sencilla, pero por lo general Virtuos Games ha realizado un buen trabajo. La nueva versión para PC funciona a 60FPS sin grandes problemas: las animaciones se mueven a la velocidad correcta, la sincronización labial está razonablemente bien implementada y las mecánicas jugables se trasladan sin defectos al frame-rate superior.

En ese sentido estamos ante un gran lanzamiento. Jugar el juego a 60FPS añade una capa extra más pulida que ninguna de las versiones anteriores poseía. Pese a tener sus orígenes en un título para PlayStation 2 de hace doce años, el colorista arte, los icónicos diseños de los personajes y los bellos escenarios aguantan perfectamente el tipo en su formato remasterizado. La jugabilidad, además, mejora con el aumento del frame-rate: el control responde mejor, como cabía esperar, pero es la fluidez general la que verdaderamente transforma la experiencia. Añade una capa extra de refinamiento a lo que ya era una sólida remasterización del clásico JRPG de Square Enix.

Si tienes una GPU lo suficientemente potente -porque sorprendentemente Final Fantasy XII es bastante exigente- también está a tu disposición la posibilidad de jugar a 4K nativo. Esto proporciona más nitidez y claridad, con detalles más pronunciados en las texturas si las comparas con la imagen a 1440p de PlayStation 4 Pro. La diferencia no es enorme debido al fuerte uso de profundidad de campo y otros efectos de post-proceso, pero es sin duda una notable mejora que se nota aún más que con el paso de la PlayStation 4 normal al modelo Pro.

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Los efectos visuales también se han retocado, con evidentes mejoras en la calidad de las sombras y la oclusión ambiental. Las sombras a mayor resolución lucen más nítidas y presentan más definición, mientras que la oclusión ambiental ahora se renderiza a resolución completa, aportando mayor cobertura y más precisión. Es justo reconocer que se trata de una pequeña mejora, sin embargo, y que realmente la mayor mejora de esta versión para PC son, de lejos, los 60FPS.

Dicho esto, hay ciertos aspectos de la conversión que no están tan pulidos y que quitan parte del brillo que tiene esta versión respecto a la de consola. En algunas escenas, de hecho, el detalle se reduce en PC, con determinadas superficies que no tiene la capa de bump mapping que sí está claramente en PlayStation 4; que esto no ocurra en esa misma superficie en otras escenas del juego apunta a que se trata de un bug más que no a una decisión consciente por parte de los desarrolladores. Sin embargo, el mayor impacto en la experiencia lo tienen los altos requisitos técnicos (especialmente si tienes una GPU AMD) y un sistema de menús que claramente se diseñó para PlayStation 2.

El menú es muy frustrante a la hora de optimizar las opciones gráficas para que se adapten lo mejor posible a tu hardware. Aunque una pequeña ventana te permite ajustar parámetros básicos antes de cargar el juego (como la resolución, el límite de frame-rate y la calidad gráfica general), la lista completa de opciones solo se puede acceder a través de la opción de Nueva Partida en el menú principal. Es posible hacer cambios en los gráficos, volver al menú principal y entonces cargar una partida guardada ya existente, pero desde luego no es el proceso ideal. Es un problema porque no hay forma de ajustar las opciones en tiempo real mientras juegas, haciendo que optimizar el juego en tu equipo sea una tarea más larga de lo que debería.

PS2 emulación 1080p
PlayStation 4
PlayStation 4 Pro
PC
El salto a la resolución 4K nativa en PC aporta una nitidez extra a las texturas, así como en la geometría de los personajes y los escenarios.
PS2 emulación 1080p
PlayStation 4
PlayStation 4 Pro
PC
Aumentar la resolución de las sombras en PC permite que estos elementos sean más refinados y nítidos. Las sombras que proyecta Vaan en esta escena son más definidas.
PS2 emulación 1080p
PlayStation 4
PlayStation 4 Pro
PC
La oclusión ambiental se renderiza a más resolución en PC, con un radio de cobertura más amplio. Esto hace que áreas con sombreado indirecto luzcan mejor. Lo podéis apreciar aquí en los brazos y el pelo de Vaan.
PS2 emulación 1080p
PlayStation 4
PlayStation 4 Pro
PC
Las labores de remasterización brillan tanto en PlayStation 4 como en PC, aunque el juego original de PS2 emulado a 1080p sigue aguantando bien el tipo. Obviamente en este caso se pierde detalle debido a la ausencia de las mejoras en efectos e iluminación.

Si puedes dejar de lado algunos de estos problemas, la experiencia jugable es excelente, ya juegues a 1080p, 1440p o 4K nativo. Sin embargo, alcanzar esos importantes 60FPS de forma estable es algo más complicado, y tendrás que trastear con las opciones gráficas para lograr un rendimiento firme. Por ejemplo, al jugar con el detalle al máximo ni siquiera una Titan X Pascal o una GTX 1080 Ti pueden obtener 60FPS estables a 4K, y la RX Vega 64 se queda aún más lejos de conseguir ese objetivo.

Esto resulta sorprendente, teniendo en cuenta que estamos ante una remasterización de un juego de PlayStation 2 y no de un lanzamiento puntero con la última tecnología. Algo falla, y tras realizar algunas pruebas se aprecia que determinados efectos visuales producen una gran penalización en el rendimiento. En este caso es la principal responsable es la oclusión ambiental: el efecto a resolución completa es inviable si quieres conseguir 60FPS en Final Fantasy XII, y tendrás que reducirlo a la mitad para recuperar rendimiento. Bajar el MSAA de 8x a 4x también ayuda a ganar unos pocos FPS más, y la calidad de imagen se reduce poquito.

Tras aplicar estos cambios es posible jugar a 60FPS casi estables con una GTX 1070 Ti o una GTX 1080. No es perfecto, porque hay algunas caídas, pero esto se puede arreglar bajando otra vez el MSAA hasta 2x o desactivándolo por completo (tienes también a tu disposición AA por post-proceso), y reduciendo la calidad de las sombras a Medio. Esto debería permitir 4K60 estables con las opciones de calidad de PlayStation 4. Por desgracia, esto no es suficiente para lograrlo con una RX Vega 64, en cuyo caso tendrás que desactivar la oclusión ambiental por completo, haciendo que el nivel de calidad sea inferior al de PlayStation 4.

La oclusión ambiental mata el rendimiento en Final Fantasy XII cuando juegas con resolución 4K. Reducirla a la mitad, así como las sombras, y desactivar el MSAA hacen que resulte mucho más sencillo alcanzar los 60FPS estables en diversas resoluciones.

Pasando a 1440p una GTX 1060 puede ofrecer 60FPS con las opciones de calidad de PS4, y parece tener suficiente potencia como para subir las sombras a Alto y el MSAA a 4x sin que el frame-rate caiga en la mayoría de escenas. Con la tarjeta equivalente de AMD, la RX 580, es más complicado, y aun desactivando la oclusión ambiental no es posible alcanzar los 60FPS estables. Eso implica que para obtener el nivel de calidad de PS4 es necesaria una Vega 56. Usar una RX Vega 56 permite jugar con el nivel de calidad de PlayStation 4, pero solo la Vega 64 ofrece 60FPS totalmente estables.

Conseguir que el juego funcione bien a 1080p60 es más sencillo. Lo hemos conseguido tanto como una GTX 1050 Ti como con una RX 580 con tan solo algunas pequeñas caídas, conservando las sombras en Alto y el MSAA 4x. Para obtener 60FPS sólidos como una roca hay que bajar el MSAA a 2x y las sombras a Medio, lo cual ofrece el nivel de calidad de consola pero con el doble de frame-rate. Curiosamente, el frame-rate máximo de Final Fantasy XII son esos 60FPS, e incluso desactivando la sincronización vertical el tope está en 60FPS.

Final Fantasy XII, en definitiva, tiene unos requisitos de sistema realmente altos para lo que no deja de ser una remasterización de PlayStation 2, y aunque jugar a 1080p60 está al alcance de los PCs mainstream actuales, ir más allá con resoluciones superiores requiere mucho trabajo de optimización, una tarea que el sistema de menús no hace fácil. Mientras, el rendimiento con AMD (lo hemos probado con dos sistemas distintos con los últimos drivers instalados) resulta extrañamente bajo. Con un poco de suerte esto se arreglará en un futuro parche, pero de momento es algo que debéis tener en cuenta si os interesa esta versión para PC.

Aunque el menú de configuración gráfica y el rendimiento general dista de ser ideal, en otros aspectos la conversión es excelente. No hay problemas graves al jugar a 60FPS, y este fluido frame-rate hace que la experiencia sea superior a la que obtienes con PlayStation 4 o PlayStation 4 Pro. Exceptuando algún problemilla con las texturas, la versión para PC de Final Fantasy XII es la mejor forma de jugar a este juego... siempre y cuando tengas la GPU adecuada para esta tarea.

Traducción por Josep Maria Sempere.

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Final Fantasy XII

PS2

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Acerca del autor

David Bierton

Contributor

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