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¿Vale la pena el nuevo Resident Evil 5 Remastered para PS4 y Xbox One?

Comparamos la remasterización con la versión original de Xbox 360 y PC.

La serie de remasterizaciones de Resident Evil producida por Capcom tuvo un buen punto de partida con un Resident Evil 6 que funcionaba a 1080p60 pese a no introducir grandes mejoras visuales. Era un comienzo prometedor, y la lógica sugería que con el más antiguo y menos avanzado a nivel tecnológico Resident Evil 5 el resultado en la actual generación de consolas sería aún mejor. Pero, curiosamente, Resident Evil 5 Remastered no cumple del todo.

Tanto la versión de PlayStation 4 como la de Xbox One funciona a 1080p nativo, con un anti-aliasing por post-proceso que sustituye al multi-sampling MSAA de la versión para PC. En general la imagen es comparable, sin que aparezcan los problemas de falta de nitidez que suele producir este tipo de AA. La cobertura en los pequeños detalles y los elementos sub-pixel no es tan buena como en PC, pero el resultado es muchísimo mejor que el de la versión para Xbox 360 reescalada a resolución full HD.

El incremento de resolución también extrae más detalle de las texturas del juego, y los ladrillos o la hierba, por ejemplo, son muy nítidos. El arte se diseñó con la resolución 720p en mente, con lo cual hay recursos de menor calidad a menudo, y estos no aguantan el tipo tan bien, especialmente si se ven de cerca. PlayStation 4 y Xbox One son casi iguales a PC en este aspecto, aunque en muchas cinemáticas hemos notado que los normal maps de la chaqueta de Chris Redfield son de menos calidad, así como algunos efectos especulares. Es algo que no esperábamos encontrar teniendo en cuenta los bajos requisitos de RAM en PC, con lo cual seguramente sea un bug.

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Por lo general estamos ante un port directo de la versión original de PC, aunque Capcom ha introducido pequeños cambios en varias áreas. Al igual que en Resident Evil 6 el campo de visión se ha abierto para que la acción se asemeje más a los Resident Evil clásicos y a los Revelations. Este incremento espacial de la pantalla hace que la experiencia sea un poco menos claustrofóbica y el juego un poco más fácil, al tener más visión de la acción. Esta opción es la estándar, aunque los puristas tienen a su disposición un selector en el menú de opciones para volver al campo de visión original.

En lo que respecta a los efectos, la calidad de las sombras mejora bastante respecto al PC, mientras que el blur por objetos también se mejora gracias a una implementación de mayor calidad, la cual produce menos artefactos y un look más refinado. El blur por cámara, sin embargo, es idéntico al de las versiones de PC y anterior generación, con un banding bastante visible debido a la menor cantidad de muestras.

También hay algunos cambios en iluminación y gamma en ciertas escenas: la intensidad de la luz y el bloom se reducen en PS4 y Xbox One, permitiendo ver mejor algunos detalles en zonas brillantes sin alterar de forma dramática el look de la escena. Estos ajustes proporcionan una presentación más equilibrada que la del juego original, aunque algunos efectos, como el lens flare, son menos prominentes.

PlayStation 4
Xbox One
PC
Xbox 360
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En general esta remasterización proporciona una clara mejora visual respecto a las versiones para anterior generación, e incluso respecto a la de PC en ciertos aspectos. La presentación es más refinada en cuanto a efectos, manteniendo el look estético del juego, lo cual nos lleva a pensar que se ha trabajado más el proceso de remasterización que en Resident Evil 6. Sin embargo, esta conversión decepciona por sus variables frame-rates, los cuales se quedan lejos del objetivo de 60FPS estables. Es un claro paso atrás respecto a la remasterización de Resident Evil 6, la cual se mantenía sólida en PlayStation 4 y tan solo sufría pequeñas caídas en Xbox One.

El problema no tarda demasiado en aparecer. Un pequeño paseo al principio por el pueblo africano ya demuestra como el frame-rate se queda en 50FPS en PlayStation 4, mientras que Xbox One cae con regularidad alrededor de los 45FPS. No hay ocurre nada especial, así que nos dejó perplejos que el rendimiento sufriese en este tramo. Pero al pasar al combate la razón del déficit de rendimiento queda rápidamente clara: la aparición de varios enemigos en pantalla provoca caídas regulares en ambas consolas, las cuales se intensifican si hay más acción.

La lucha contra el primer minijefe demuestra esto perfectamente, con caídas en el rendimiento hasta los 45-55FPS al estar rodeado por varios enemigos. Alcanzar los 60FPS solo es posible cuando te alejas de los enemigos o pasas a zonas menos detalladas, y la consecuencia de ello es que el control pasa de responder bien a ser bastante pesado -y viceversa- en pocos segundos, con lo cual la jugabilidad no es tan suave o consistente como nos gustaría. Dicho esto, las escenas sin NPCs o enemigos sí se muestran a 60FPS en ambas máquinas.

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Resulta decepcionante ver que el juego tiene problemas para alcanzar los 60FPS en las consolas de actual generación, especialmente cuando puede lograrlo sin dificultad en un PC con hardware antiguo, donde incluso una GTX 460 podía ofrecer 1080p60, pese a reducir el MSAA. PS4 y Xbox One son más potentes y aún así no consiguen mantener un rendimiento consistente. Vale la pena mencionar que no hay ningún parche disponible para el juego, con lo cual es posible que más adelante se arregle; al fin y al cabo vimos mejoras significativas en el rendimiento con los parches de Resident Evil Revelations 2, así que crucemos los dedos para que Capcom realice tareas de optimización similares en este caso.

Por supuesto, la pregunta importante es si la remasterización proporciona una experiencia jugable superior a las versiones para anterior generación. Y sí, la mayor parte del tiempo lo hace; aunque el rendimiento es variable el frame-rate es muy superior al del juego en Xbox 360 y PlayStation 3, y los controles son más ligeros y responsivos, incluso sin ser del todo consistente.

Pero aún con esas mejoras, la versión para PC sigue siendo la mejor a la hora de jugar a Resident Evil 5, especialmente al poder alcanzar 60FPS fácilmente con hardware relativamente modesto. Para los que jueguen principalmente en consolas esta remasterización es la mejor opción, con PlayStation 4 ofreciendo frame-rates más altos. Esperemos que Capcom acabe de pulir el rendimiento con un parche, pero hasta entonces tenemos un juego decente que simplemente no cumple del todo con las expectativas, especialmente tras el buen resultado obtenido con la remasterización de Resident Evil 6.

Traducción por Josep Maria Sempere.

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