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Desmontando los mitos sobre Bloodborne

Por qué deberías jugarlo ahora que está en PS Plus si aún no lo has hecho.

Bloodborne, indiscutiblemente uno de los mejores videojuegos de esta generación, ya está disponible para todos los usuarios con una suscripción activa a PlayStation Plus. Es un título realmente bueno -en mi opinión el mejor de From Software-, una mezcla de la fórmula tradicional de los Souls con algunos elementos distintivos que lo convierten en algo único. Es una exquisita obra de arte, en otras palabras, pero aun así hay muchos usuarios que todavía no se han adentrado en él. Hay gente que no ha disfrutado de sus muchas bondades.

¿Por qué? Quizás no sea su tipo de juego -y no pasa nada, para gustos colores- o quizás les eche atrás alguno de los prejuicios que rodean a Bloodborne y a los juegos de From Software en general. Es por eso que este artículo vamos a desmontar algunos de esos (falsos) mitos que tradicionalmente se han relacionado con Bloodborne, para animaros a que le deis una oportunidad.

Es demasiado difícil

Ni de coña. Veréis, os confesaré una cosa: soy terrible jugando a videojuegos. Me atasco con los retos más simples, me han humillado los enemigos más sencillos y a menudo juego en modo fácil si existe esa opción. Y aun así, me he pasado dos veces Bloodborne sin sufrir realmente grandes dificultades. El mito sobre los juegos de From Software y su dificultad es uno que nació con Demon's Souls y que desde entonces se ha utilizado con el marketing de la trilogía Dark Souls, pero como suele ocurrir con la palabrería del marketing en realidad esconde muy poco de cierto. Lo que es peor, con él se corre el riesgo de repeler a más gente de la que logra atraer.

Duro pero justo es algo que se acerca mucho más a la verdad, e incluso así Bloodborne -aún con con sus aristas afiladas y su suciedad gótica- es quizás el juego más accesible de From Software. Es, sin duda, el más directo, olvidando la variedad de builds de los Souls en favor de un énfasis por el combate melee. Es perfectamente posible superar incluso el más brutal de los enfrentamientos, y si todo se pone cuesta arriba siempre puedes hacer sonar la campanilla para llamar a un compañero cazador. No hay nada vergonzoso en invocar a otros jugadores para que aligeren un poco tu carga. Bueno, al menos si, como yo, no tienes vergüenza para aceptar la ayuda.

Es solo un machacabotones

No, no, no y no. Vale, dado el énfasis en los combates melee de Bloodborne hay más de esto que en otros Souls, pero realmente es una sutil variación de una fórmula de éxito para hacer que sea más un juego de acción. En lugar del pausado y medido ritmo de Dark Souls, en Bloodborne todo se basa en la agresión, junto con un excelente sistema de movimiento que es parte del núcleo de su sistema de combate. Pierde un poco de vida y hay unos pocos segundos en los cuales puedes recuperarla lanzándote hacia tu enemigo.

Esa una idea fantástica que da a Bloodborne un toque especial. Si un enemigo te supera, no pruebes un acercamiento más conservador; ve hacia él más rápido, con más furia y con más rabia. ¿Como en un hack and slash? En parte, quizás, pero es cualquier cosa menos inconsciente. En toda esa agresión, además, también puedes encontrar un maravilloso ritmo, y en vez de ser un largo ejercicio de tensión y frustración encuentro que en realidad es bastante tranquilizador. Déjate perder entre el derramamiento de sangres mientras grindeas experiencia para hacer que tu progresión sea más suave y verás que puedes encontrar ahí una sensación real de paz. A lo mejor yo soy el monstruo, pero quizás esa sea la idea.

No tiene una historia real

Algo que no había escuchado antes, pero que he descubierto recientemente al hablar con algunas personas que no habían jugado aún a Bloodborne, es la percepción de que el juego no tiene una historia como tal. Sí es cierto que no tiene una que se pueda explicar de forma breve o que se pueda resumir en un par de cinemáticas: la historia de Bloodborne cobra vida con su narrativa, es lenta y resulta mucho más poderosa cuando la experimentas por ti mismo.

Me temo que no os voy a explicar detalles sobre ella ni hacer ningún spoiler, pero sí os garantizo que Bloodborne tiene una historia y que, además, es bastante buena. A nivel temático es muy profunda, se explica con maestría y posee la suficiente ambigüedad para que extraigas tu propia interpretación. Es el tipo de historia que demuestra lo poderosos que pueden ser los videojuegos como experiencias narrativas si se crean con mimo y cuidado. Es una historia que se explica en las piedras de la propia Yharnam, y más allá.

Es demasiado confuso

Es posible que hayas visto alguna discusión sobre el lore de Bloodborne -hay muchas discusiones sobre el lore de Bloodborne- y que te hayan parecido excesivamente densas hasta el punto de quitarte las ganas de jugarlo. Sí, el mundo de Bloodborne es muy profundo, pero también eres libre para pasearte por él sin darle más importancia. Si quieres, Bloodborne puede ser un atractivo y directo juego de acción ambientado en uno de los escenarios góticos más elaborados jamás creados; un Devil May Cry donde el diablo está en los detalles.

Pero si quieres también te puedes sumergir en el profundo lore de Bloodborne, en una espiral que casi puede llevarte a la locura -lo cual, una vez más, quizás sea la idea- con una historia Lovecraftiana que pide a gritos que la estudies a fondo para extraer tu propia visión. Este es el tipo de juego que invita a la conversación y la reflexión, que resulta infinito y del que, estoy convencido, se seguirá hablando durante años.

No, en serio... ¿es muy difícil, verdad?

Vale, volvamos a esto porque es sin duda lo que más se repite. Bloodborne no es un juego difícil. Sí, tiene sus tramos complicados, para los que debes prepararte (y para ello nada mejor que nuestra guía de Bloodborne, claro). El Padre Gascoigne es el primer gran escollo que te encontrarás, y Rom es otro enfrentamiento en el cual algunos jugadores deciden abandonar el juego. Pero como en los otros títulos de From Software, todo es cuestión de convicción, agresión y paciencia. ¿Y si fallas? Haz sonar la campanilla y pide ayuda, porque Bloodborne es una experiencia que pide ser compartida. Es buenísimo, de verdad, y te envidio si todavía no lo has jugado nunca. Lo que daría por volver a vivir su majestuosidad por primera vez...

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Martin Robinson

Editor-in-chief

Martin is Eurogamer's editor-in-chief. He has a Gradius 2 arcade board and likes to play racing games with special boots and gloves on.

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