Brütal Legend

Particularmente, soy de los que piensan que el hecho de desarrollarse en un mundo abierto le sienta de maravilla a Brütal Legend, pero para explicaros el porqué antes será necesario incidir en el aspecto más trabajado de este título, me refiero al apartado artístico. Sin duda alguna este segundo juego de Double Fine Productions sigue la estela dejada hace cuatro años por su primer Psychonauts, una obra de culto que ya demostraba un gusto exquisito por parte de sus creadores a la hora de crear un mundo vivo y original. En esta ocasión, sin embargo, la cosa va más a allá en términos artísticos y aunque no han inventado ningún universo nuevo sí que se han detenido en los pequeños detalles para crear un juego extremadamente cuidado que arrastra al jugador a una especie de gran parque temático del Heavy Metal.

El escenario sobre el que nos movemos en Brütal Legend es mucho más grande de lo que esperábamos. La mayoría del tiempo lo recorremos montados en nuestro espectacular coche y resulta inevitable sorprenderse cada dos por tres por las estampas que se plantan ante nosotros. Con sus cielos apocalípticos, sus grandes monumentos que reproducen la iconografía heavy, las distintas variaciones en la ambientación, una orografía construida a base de calaveras, lava y todo tipo de sustancias pringosas, motores incrustados en la tierra, óxido... y así podríamos continuar un buen rato. A su vez, no es un mundo estático sino que está en constante movimiento, ya sea por la encolerizada fauna de fantasía que lo puebla o por sus inestables condiciones climáticas, propensas a las tormentas bíblicas y las auroras boreales que parecen indicarnos el fin del mundo. Sin ir más lejos el mismo sistema de ubicación en el mapa, con el cual podremos marcar nuestro objetivo a modo de GPS se traduce en un gran rayo de luz que ilumina todo el cielo y nos indica que vamos en la dirección correcta. Por todo esto nos encontramos ante uno de esos juegos en los que te encantaría poder capturar pantalla, es una lástima que no se pueda.

Tan importante como la imagen es la parte sonora del juego, especialmente en el caso que nos ocupa. Su banda sonora está compuesta por más de un centenar de temas de 75 bandas diferentes y que según ha dejado claro Schafer en varias ocasiones han sido escogidas con devoción hacia los metaleros. Grandes clásicos del heavy metal como Judas Priest, Motörhead, Black Sabbath, Manowar y otros grupos más actuales como 3 Inches of Blood o los omnipresentes DragonForce tienen algunas de sus canciones aquí. Y aunque falta la presencia de algún grupo clásico (¿cómo es posible que no esté Iron Maiden siendo Eddie el nombre del protagonista?) el conjunto es más que excelente. Llegado determinado punto del juego, el jugador tiene la posibilidad de cambiar de canción como si fuera la clásica radio de los GTA, y la verdad es que para los que sentimos (ni que sea un poquito) esta música es una auténtica gozada.

Es bastante habitual hoy en día encontrar en los videojuegos las llamadas "escenas scriptadas" en las que algunas partes de la acción están guionizadas para hacer que todo sea más espectacular. Títulos recientes como Modern Warfare o Uncharted 2, con sus destellos y explosiones constantes, son un buen ejemplo de esto. Pues bien, la música y el sonido en general es tan importante en Brütal Legend que al jugar uno se da cuenta que la música en sí misma está absolutamente guionizada. Las canciones suenan en los momentos adecuados para crear una emoción, de repente hay un cambio de ritmo, empieza a sonar el bajo al principio, luego se añade la batería y con la aparición de "ese algo" que nos está esperando salta el resto de la artillería pesada con las guitarras y la voz rasgada del cantante dándolo todo. Todo esto acompañado de un despliegue de efectos de sonido de órdago que brilla por su nitidez sintética y por lo trabajados que están. Es en estos momentos de máximo despliegue audiovisual cuando se espera que el jugador pegue ese grito característico que comparten los metaleros y que me es imposible reproducir con palabras.