Skip to main content
Si haces clic en un enlace y realizas una compra es posible que recibamos una pequeña comisión. Lee nuestra política editorial.

Banjo-Kazooie: Baches y cachivaches

NO es un juego de plataformas.

La forma de acceder a todos estos homenajes es evidentemente jugando, no es que exista en el juego una zona donde encontrarlos todos. En primer lugar está lo que es la zona central, la Ciudad Duelo. Nos encontramos ante un pequeño gran pueblo en el que si no os dan miedo los animales parlanchines y os encantan las pelis de animación fliparéis. Tiene vida propia, con sus inquietos ciudadanos, sus tiendas, todo ello cuidado con un mimo por el detalle extremo y con zonas que al principio no son accesibles y que deberemos ir desbloqueando. Es a partir de este gran escenario central mediante el cual podréis acceder a los 5 mundos donde se desarrolla la mayor parte de la aventura recolectora. Antes eran más, pero bueno, como con todo, nos dicen que son más grandes y complejos y nosotros apoquinamos. Pues sí, cinco mundos muy bien diferenciados, y con personalidad propia: Bosques Locos, SJBOX 720, Banjolandia, Coliseo y Terrario del terror.

Es necesario explicar también que la estructura de los niveles ha cambiado un pelín. Ahora ya no entras en un mundo para pillar todos los objetos y salir dispuesto a arrasar con el siguiente. ¡No! En lugar de tener un solo portal de entrada para cada mundo hay varios. Así, en cada uno de ellos te plantearán recoger diferentes piezas, jinjos o lo que sea. Se parece bastante al sistema de selección de estrella de Super Mario 64, pero un poco más complejo. Resulta que los programadores nos han complicado la vida a los jugadores con todo un sarao de jinjos y piezas que tampoco se entiende mucho su porqué. En esta ocasión, no consigues la piezas de rompecabezas directamente, has de ayudar a los jinjos y luego ponerlas en el interior de una gran máquina, para después ir a recoger otra, y así sucesivamente. Y es que, quizá hay demasiadas máquinas e inventos que al principio despistan un poco, y hasta te puede costar saber que hacer durante las primeras partidas... Hasta que lo captas y ya no hay quien te pare.

“Recoger notas puede parecer pasado de moda”.- Kazooie

Este no es un juego de esos que te pasarás en 6 horas. Tendrás juego para un rato largo, todo depende de cómo vayas de rápido, claro, pero las 20 horas no te las quita nadie. En total tienes 131 piezas de puzzle, 72 desafíos jinjo, 1900 notas y 97 Trofeos. Aunque parezca mentira, una de las grandes virtudes del juego es que tan arduo trabajo de recolección no se hace pesado, se desarrolla en misiones que nos encargan los personajes y hace que el juego se convierta en un continuo ir y venir por las diferentes escenarios. De todas maneras, como pasa en este tipo de productos, sí que se abusa un poquito de misiones demasiado parecidas, un hecho que hace que pierda dinamismo. Hay por ejemplo muchas misiones de “ves a buscar ese objeto para traérmelo porque [incluya la excusa más absurda posible]”, mata a todos los enemigos de una zona, o sobre todo, ¡gana esta carrera!