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Homefront

Empieza la peor guerra de la historia.

La experiencia que hemos tenido con Homefront ha ido de menos a más. La primera media hora es como en cualquier shooter, sin nada demasiado especial, pero llega un punto en el que todo se precipita y empieza a mejorar y mejorar. De hecho hay unas tres o cuatro secuencias memorables que nos han dejado ansiosos por seguir. En una de ellas, por ejemplo, bombardeamos un campamento coreano y los soldados se empiezan a quemar, es todo muy loco. Entonces nos dan un rifle francotirador y nos dicen "acaba con su sufrimiento". Mira que quisimos hacerlo, pero nos falló la puntería... y nos dieron un logro por dejar que se friesen. Acto seguido algo sale mal y cae otro proyectil encima nuestro, y todo se convierte en un infierno en llamas, y tenemos que movernos todo lo rápido que podamos para escapar de ahí. Y no dan tregua, porque lo que viene luego es si cabe más frenético, con techos que caen a la mínima explosión (fantástica, esa aplicación de las físicas). U otra de las escenas, en la que nos hemos de esconder de una patrulla enemiga en... una zanja llena de cadáveres de compatriotas.

Por lo tanto, y eso es algo que tenemos claro, Homefront sabe cómo contar una historia. También, por suerte, sabe cómo dejarse jugar. Hay varias armas, desde rifles a metralletas o pistolas, aunque suponemos que la variedad aumentará cuando vayamos a otros niveles, y su respuesta es contundente y correcta. Una de las peculiaridades es que te quedas sin munición muy rápido, y tienes que ir pasando de una a otra y aprovechando lo que van soltando los enemigos.

Quizás lo más negativo sea el uso de las granadas, sobreexplotado por parte de los malos y poco preciso cuando lo probamos nosotros, pero parece bastante evidente que este es uno de los puntos que todavía tienen que ajustar.

También pudimos probar varias secuencias en las que abandonamos las armas tradicionales y controlamos a un coche enorme llamado Goliath que dispara a los objetivos que fijamos, previamente, con unos prismáticos. En ocasiones incluso lo hacemos desde vehículos y disparando a helicópteros y otros coches que nos persiguen, creando caos y destrucción masiva.

Homefront será uno de los juegos de acción en primera persona más importantes del año, de eso no tenemos ninguna duda. De momento se aparta del triunfalismo y la paranoia de sus competidores para presentarnos una historia más humana; la de un grupo de rebeldes que tienen que hacer lo que buenamente pueden para salvar la vida de sus familiares y amigos. THQ tiene una excelente franquicia entre manos, y estamos ansiosos por seguir dándole caña y acabar con esa infame tiranía.

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