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Análisis de Need for Speed: The Run

Una historia a medio escribir.

Este es el tercer Need for Speed en apenas 12 meses; primero llegó el fantástico Hot Pursuit de Criterion, creadores de Burnout, y al cabo de pocos meses Shift 2, de Slightly Mad Studios.

The Run necesitaba ser algo distinto, y parecía que iba por ese camino. En el E3 nos sorprendieron con un tráiler que mezclaba acción y conducción, y la idea me pareció más que adecuada. Puestos a mezclar géneros, no son dos que vayan mal y la propuesta que vimos no era descabellada: te contaban una historia de un chico al que lo persiguen la mafia y alternabas fases de coches en las que huías del peligro con otras más cinemáticas en las que se desarrollaba la acción e interactuabas mediante Quick Time Events.

En mi mente era como Fight Night Champion pero de coches, y pensar en esa imagen me producía placer. Solía dedicar cinco minutos, cada día, a pensar en ella. Pero, por sorpresa para mi, tanto crítica como público se les echó encima: ¡Queremos conducir! ¡Queremos conducir! Y no sé si por miedo o porque realmente ya lo tenían todo así planeado el juego que llega a las tiendas no acaba de ser ni lo uno ni lo otro.

La historia, que empieza de forma moderadamente interesante, se diluye como una sacarina en un café. Más que eso: se corta de golpe. Tenemos la secuencia inicial en la que presentan a Jack, el protagonista, y a Christina Hendrix, tu inversora-GPS. Vemos una décima de segundo a otros participantes, que nos miran de mala manera, y la ambientación es prometedora. Un intercambio de dinero en un restaurante chino, un ascensor lúgubre y la presión de tener que recorrer EEUU desde San Francisco a Nueva York. Pero ya. No nos encontramos con nadie más durante las 2 horas y media que dura la carrera -en realidad son más, porque vas a tener que repetir tramos a causa de los choques-. Tu personaje no evoluciona, al contrario -y es difícil identificarse con un tipo tan chulito y resabido-, y los secundarios bien podrían protagonizar un capítulo de Sin Rastro. Irina Shayk sale, literalmente, siete segundos; ya es más que los otros, que solo vemos en pantallas de carga junto a breves descripciones.

De vez en cuando te persigue la policía o la mafia y sí, te disparan y tienes que esquivar eventuales peligros, pero en general todo es plano. Sobre el papel es una idea que no me desagrada; está bien que un juego se centre solo en lo que hace bien y se dedique a optimizarlo. NFS: The Run pivota alrededor de tramos en los que hay que cruzar unos checkpoints cada determinados segundos, otros en los que tienes que adelantar a unos cuantos coches antes de llegar a la meta y la dominación, que va de pasar a alguien y mantenerte delante unos segundos. Los circuitos siempre tienen un principio y un final, no son cerrados -por lo que no hay vueltas-, y el constante cambio de ambientación da pie a que los desarrolladores jueguen con distintos paisajes o condiciones climatológicas.

Si te sales de la trazada ni que sea un metro te reinician hasta el último checkpoint -tienes cinco, y los tiempos de carga son infernales-, aunque veas claramente que con un volantazo volvías a la carretera..

Te empujan a ir rápido, y a veces a ir muy rápido, pero son demasiado poco flexibles y eso hace que la experiencia acabe siendo frustrante. Da la sensación de que no han exprimido en absoluto el Frostbite 2, el motor gráfico que NFS: The Run comparte con Battlefield 3. Si te sales de la trazada ni que sea un metro te reinician hasta el último checkpoint -tienes cinco, y los tiempos de carga son infernales-, aunque veas claramente que con un volantazo volvías a la carretera. Eso te crea ansiedad por querer hacerlo bien, pero tienes que ir rápido y arriesgándote para conseguir y activar el nitro -ir en contra dirección, pasar cerca de otros coches, saltarte controles policiales... las licencias que da el género arcade quedan, por tanto, un tanto desaprovechadas. No puedes chocar, no puedes salirte de la carrera, las concesiones son mínimas y el espectáculo se resiente. Y luego ya viene todo lo aleatorio, como coches cruzados en medio de la carretera, tráfico, enemigos que chocan o policías que deciden ir solo a por ti. Constantemente estarás estampándote contra cosas imposibles de ver a un segundo vista.

En el tráiler de Michael Bay se desarrolla más la historia que en el propio juego

También tiene algunos fallos de diseño bastante graves; que tengas que cambiar de coche en gasolineras durante las carreras tiene un pase, pero lo que han hecho con la última misión es de traca. Evidentemente no haremos spoiler alguno, pero merece la pena pasárselo solo para ver como no tiene que ser una última pantalla.

Como ya dijimos en nuestro avance, el multijugador y los desafíos son lo mejor del juego. El primero tiene un componente de aleatoriedad interesante: te ofrecen paquetes de carreras que solo se pueden correr con determinados coches y tienes que competir por un premio que se decide mediante una ruleta antes de cada partida. El Autolog sigue la pista de tus tiempos y de tu nivel, y con cada actuación decente obtienes puntos de experiencia que acaban dándote más premios.

Los desafíos son retos muy concretos y bastante espectaculares, espcialmente pensados para los hardcore; son difíciles y sí que suponen un reto. Ahí es donde tendrás que mejorar tus tiempos y rivalizar contra tus amigos.

The Run es un juego que tenía mucho potencial pero que parece cortado por la mitad. Se deja disfrutar, de vez en cuando, y tiene momentos buenos, pero no suficientes como para estar a la altura de la saga. Tanto los gráficos como la jugabilidad son, de hecho, un paso atrás respecto a Hot Pursuit. Y en vez de apostar por todo aquello que nos emocionó en el E3, que era lo que lo hacía distinto, da la impresión de que se echaron atrás a medio camino e intentaron quitarlo a toda prisa, esforzándose además por limitar las apariciones en prensa y en vídeos de todo lo narrativo. No cuenta ninguna historia, pero todos los ingredientes estaban ahí, esperando a ser conectados: esas páginas que faltan se echan de menos.

6 / 10

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Need for Speed: The Run

PS3, Xbox 360, Nintendo Wii, PC, Nintendo 3DS

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Acerca del autor
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Xavi Robles

Eurogamer.es Managing Director

Xavi es el director de Eurogamer España y lleva analizando juegos desde hace más de 10 años. Se le dan especialmente bien los shooters y los juegos deportivos pero le da caña a todo lo que se le ponga por delante. Puedes seguirlo en Twitter: @xavirobles
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