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Análisis de Theatrhythm: Final Fantasy

Square Enix invoca a la nostalgia.

Detrás de su aspecto infantil se esconde un auténtico homenaje a Final Fantasy. Eso sí, destinado casi exclusivamente a los fans de la saga.

Después de 25 años de fantasía y aventuras en una saga que siempre se ha caracterizado por juegos con un gran despliegue visual, resulta cuanto menos curioso que en Square Enix hayan decidido celebrar este aniversario con un "modesto" juego de ritmo al estilo Elite Beat Agents para Nintendo 3DS. Sin embargo, la cosa engaña. Cuando llevas un rato dando toques a la pantalla táctil de la portátil siguiendo el ritmo de las melodías del gran Nobuo Uematsu, las dudas empiezan a despejarse. Es entonces cuando Theatrhythm: Final Fantasy se destapa como lo que realmente es, un pequeño gran homenaje a la más emblemática de las sagas de juegos de rol japoneses a partir de uno de sus elementos más aplaudidos durante este cuarto de siglo: su música.

La mecánica de juego es muy sencilla pero sorprende por la profundidad que puede llegar a alcanzar. En un primer nivel está la típica jugabilidad de los llamados 'rhythm games', es decir, seguir el ritmo a partir de tres tipos de iconos: el toque rápido, el de mantener pulsado, y el de arrastrar el stylus mientras mantenemos pulsado.

Ahora bien, como decía hay mucho más y haciendo honor a la saga a la que rinde tributo, Theatrhythm: Final Fantasy también tiene cierto toque de rol que consigue corregir el hecho de que nos encontremos ante un título que - casi por la naturaleza propia de su género - está condenado a acabar siendo repetitivo. En este sentido, lo primero que tendrás que hacer al empezar una partida es seleccionar al cuarteto de personajes que formará tu party. Para hacerlo puedes escoger entre unas monísimas versiones super-deformed de los protagonistas de cada entrega (también hay personajes secundarios, pero hay que desbloquearlos) - pero no creas que está es una elección basada solamente el cariño que le tengas a cada uno. Cada personaje cuenta con sus propias estadísticas, algo que lo hace más o menos aptos para los dos tipos principales de canciones, las llamadas 'Field Songs', donde por ejemplo encontramos míticos overworlds y temas principales de la saga como el "Terra's Theme" de FFVI, o bien los frenéticos combates a base de ritmo de las 'Battle Songs', donde rememoramos las canciones que nos han acompañado a lo largo de 25 años de enfrentamientos por turnos, con temas tan míticos como "One-Winged Angel" de FFVII.

"Solamente los fans de la saga podrán entrar en el juego de nostalgia rítmica que supone dar toques a una pantalla sobre baladas románticas más propias de un cuento de princesitas y hadas que de un juego musical al uso"

Como en los Final Fantasy de toda la vida, los personajes van subiendo de nivel y adquiriendo habilidades propias, una característica especialmente útil cuando jugamos en niveles de dificultad elevados. Estas habilidades, que por ejemplo nos permiten hacer más daño, tener más salud o hacer las clásicas invocaciones, junto la posibilidad de equipar objetos al grupo, son un elemento clave para plantar cara a las canciones más exigentes, unos desfiles iconos de ritmo que no tienen nada que envidiar a los temas más extremos del Guitar Hero de rigor.

Es a este componente más complejo del juego al que nos enfrentaremos tras superar el modo principal del juego, basado en ir superando pequeñas suites de tres canciones de cada una de las entregas. Es a partir de entonces, cuando ya hayamos visto por encima gran parte del tracklist, cuando se abren ante nosotros los modos Challenge y el Chaos Shrine Mode, donde el nivel de desafío sube exponencialmente hasta hacer que nos tengamos que plantear ciertas estrategias antes de afrontar una canción que se nos resiste.

En los niveles de dificultad más altos las canciones pueden convertirse en un reto verdaderamente hardcore.

A nivel de contenido el juego cuenta con la respetable cifra de 70 canciones (aquí la lista completa) pertenecientes a las trece entregas principales de la serie; todas ellas con una instrumentación acorde a las originales, es decir, desde los bip-bips para los juegos de NES y SNES hasta las orquestaciones espectaculares para los 32 bits de la primera PlayStation en adelante. Los grandes momentos de todos los juegos quedan recogidos perfectamente en la selección, y aunque personalmente los fans de la saga siempre echaremos a faltar esa canción, la elección del tracklist es la más lógica que podría ser. Y a pesar de que Square Enix nos ha la posibilidad de ampliar el catálogo con hasta 50 canciones que han puesto a la venta (al precio de 1€ cada una) con las que vienen de serie ya podemos considerar que estamos ante un título completo.

Y es que en el fondo, más allá del argumento patillero sobre la lucha entre luz y oscuridad, el objetivo real del asunto es que juguemos las diferentes canciones obteniendo cada vez mayor puntuación para conseguir desbloquear todos los contenidos en forma de nuevas canciones, vídeos, cartas, etc. Estamos, pues, ante el clásico reto de coleccionarlo todo que tanto gusta al público japonés, - y que aquí está particularmente bien llevado. Lástima, eso sí, que más allá de los mencionados extras no haya algún contenido de tipo más documental sobre la saga en general, entrevistas, o algo que aporte algo más de valor añadido a este juego homenaje.

Además de las canciones de Paseo y de Combate existe una tercera modalidad dedicada a Eventos importantes de cada entrega.

Contra todo pronóstico Indies Zero (autores del título de culto Electroplankton) ha acabado presentando uno de los mejores homenajes que se le podría hacer a Final Fantasy. Más allá de la imagen de sencillez que pueda transmitir el juego, se nota que han trabajado duro para que cuente con el contenido suficiente para tener a los fans enganchados durante un buen tiempo.

Tener las trece entregas principales de la saga representadas en un pequeño cartucho es una buena forma de hacerse una idea de la coherencia interna que ha mantenido la saga en todos estos años - a pesar de tratarse de historias independientes. Sin embargo, también es cierto que a la larga puede hacerse un título repetitivo, algo que lo convierte en uno de esos juegos que es mejor jugar en pequeñas dosis si no queremos acabar aborreciéndolo en poco más de una semana. Y vaya - aunque ya lo daba por hecho - conviene recordar que Theatrhythm: Final Fantasy es un título dirigido única y exclusivamente a los seguidores de la saga, ya que solamente éstos podrán entrar en el juego de nostalgia rítmica que supone dar toques a una pantalla sobre baladas románticas más propias de un cuento de princesitas y hadas que de un juego musical al uso.

7 / 10

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