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Análisis de Q.U.B.E.

Portal sin portales.

Los juegos indie siguen proliferando entre el oleaje de las grandes producciones gracias a la distribución digital de sitios web como Desura o Steam, o en este caso Indie Fund. Gracias a estas plataformas, pequeñas compañías pueden progresar en su sueño de ganarse la vida creando juegos.

Cabe destacar que el juego que ahora nos ocupa es el primer gran éxito de esta organización, que en realidad es una fundación formada por desarrolladores indie que han tenido ya cierto éxito y cuyo objetivo es financiar a las nuevas promesas del sector que no encuentran un publisher que les ayude con sus desarrollos. La aparición de esta organización, además de su reciente acierto con Q.U.B.E., es un hecho esperanzador para muchos pequeños equipos que hoy se encuentran gestando las ideas de los juegos de mañana.

Su primera apuesta fuerte, pues, ha sido Q.U.B.E., que como hemos podido leer recientemente se ha descargado 12.000 veces en solo 4 días desde su salida en Steam . Sus creadores deben estar ahora celebrando el éxito con champán. Nosotros veamos qué es lo que está causando tanto revuelo.

Comenzamos, directamente, dentro del escenario principal, una estancia que dividida en pequeñas salas que separan un reto del siguiente. Estamos tumbados en el suelo, desorientados y con unos extraños guantes que cambian de color según si apuntamos a un cubo de un color o de otro. Nadie nos habla, no hay más personajes ni más elementos. Estamos solos ante los cubos. Todo el escenario está hecho con bloques blancos, todo muy minimalista, sin más, salpicados por algunos otros de color. Rápidamente descubrimos que estos cubos extraños tienen propiedades concretas. Los rojos se hacen más altos; una vez aplastados los azules funcionan como propulsores que nos elevarán varios metros del suelo... El control es sencillo, con el botón izquierdo del ratón interactuamos con el cubo y con el botón derecho hacemos la acción inversa, dependiendo siempre del tipo de bloque.

El diseño de los escenarios es bueno, plantea puzles interesantes y con el nivel de dificultad justo para no hacer que el jugador se desespere

Así que tenemos un personaje en un escenario abstracto al que no le han explicado qué está haciendo allí, y ni si quiera sabemos quién es. Si a esto le sumamos una mecánica simple pero atractiva y la estética de laboratorio y aséptica que acabamos de describir es inevitable que se nos venga a la cabeza Portal. Y es que la inspiración tomada por los creadores de Q.U.B.E. es evidente. Seguramente, de hecho, demasiado evidente. Eso tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Toxic Games, por una parte, puede atraer a los seguidores del género, ansiosos por juegos de este corte, que ciertamente escasean. Pero este mismo hecho hace que a medida que vas jugando a Q.U.B.E. el desencanto sea cada vez mayor.

Indie Fund afirma que la inversión de 90.000 dólares ya ha sido recuperada, y que Toxic Games ya está ganando beneficios con su juego.

Lo que comienza siendo un reto original y vistoso, pese a su simpleza, comienza a tornarse en una sucesión de salas que van cansando poco a poco. En Portal teníamos esa sensación de que algo importante se esconde al fondo de todo y que si sigues avanzando lo descubrirás. Aquí esa sensación no existe y aunque en cierto momento del juego hay un giro éste no llega ni a sorprender ni a enganchar.

Aun así el diseño de los escenarios es bueno, plantea puzles interesantes y con el nivel de dificultad justo para no hacer que te desesperes. Hay varios tipos de estancias a resolver; desde salas donde crearnos escaleras con bloques para poder salir hasta otras donde tendremos que guiar unas esferas a determinadas zonas haciendo incluso que rote el escenario. Todo encaja muy bien y la curva de dificultad, como decíamos, está bien ajustada, excepto en una de las zonas de antes de la mitad del juego donde todo está a oscuras y tendremos que ir iluminando los cubos de manera independiente. Aquí se nota cierta descompensación y los menos pacientes os podéis llegar a desesperar al no poder medir bien la profundidad de los niveles.

Q.U.B.E. es un gran punto de partida para esta joven desarrolladora, y no tenemos dudas de que nos brindarán interesantes títulos los próximos años. El peso del referente, sin embargo, puede demasiado; todavía no ha nacido el que pueda plantarle cara a Portal con sus mismas armas y salir bien parado.

7 / 10

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QUBE

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Acerca del autor

Juan Puig

Redactor

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