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Análisis de Trials Evolution

Amortización asegurada.

Sobre el papel todos los juegos del estilo Trials funcionan: los hemos jugado en el navegador, en nuestros smartphones o en otras consolas. Sin embargo Trials HD fue el único que consiguió ser perfecto en lo que buscaba: un reto con una dificultad ascendente y un planteamiento que se dejaba de tonterías y que se centraba en ti, en el jugador, que te facilitaba la vida con transiciones rápidas y partidas instantáneas y no en el ego de unos desarrolladores que quieren contar una historia que posiblemente no interesaría a nadie. Las teorías de Darwin han funcionado en esta particular Evolution: ha sobrevivido aquello que era necesario, haciéndose más fuerte.

La estructura básica es la misma: unos niveles planteados en horizontal en los que hay unos objetos que hay que superar cayendo el mínimo posible. La maña de RedLynx con el diseño es impresionante: saben cómo colocar cada elemento para que el reto sea todo lo difícil que quieren. Al principio no es complicado conseguir medallas de oro, luego ya tendremos que repetir cada fase cuatro o cinco veces para completarlas sin fallos y, al final, tendremos que ir con cuidado de no darle puñetazos a la tele mientras nos peleamos con algunas de las pantallas más endiabladamente puñeteras que recuerdo. La curva de dificultad está un poco más estirada que en Trials HD, y eso ayuda a prepararte para lo que viene al final.

También te mantiene constantemente alerta el ver las puntuaciones de tus amigos en cada carrera: sobre tu cabeza verás los nombres de cada uno de ellos y su fantasma te acompañará durante toda la vuelta. Es normal que al principio te pasen la mano por la cara porque, posiblemente, están repitiendo los niveles iniciales con mejores motos. Llegará un punto, sin embargo, en el que más que querer ganar medallas lo que desearás es compartir en Facebook una foto de un ranking en el que les pasas la mano por la cara. Por pedir que no quede: no hubiese estado de más una especie de Autolog que te avisase cada vez que te han chafado un récord, porque ahora hay que ir nivel por nivel revisando que nuestro trono sigue intacto.

La excursión al exterior también le sienta fantásticamente bien a Trials Evolution: siguen habiendo pantallas industriales y cerradas, casi claustrofóbicas, como en el primero, pero la mayoría suceden en una especie de isla tropical mucho más amable de visitar. RedLynx también ha querido demostrar cierto sentido del humor homenajeando juegos o películas -Limbo, Inception...- en niveles bastante brillantes. Pero no se quedan aquí: posiblemente la novedad más estridente es que te prestan el editor de niveles con el que han trabajado ellos, con el que están hechas todas las pantallas del juego, para que intentes superarlos. Como con todos los editores tienes que ponerle ganas y tiempo, primero con las herramientas más facilonas y, si te apetece luego, con herramientas mucho más potentes. Si crees que tu obra es digna de ser compartida puedes colgarla en un bazar en el que otros usuarios podrán probarla y puntuarla.

La inventiva de la gente es extraordinaria: se han subido niveles que son first person shooters, plataformas, juegos de aviones... date una vuelta por ahí, que merece la pena. Y si buscas inspiración, en el tramo final del juego se desbloquean una serie de fases creadas por RedLynx que se apartan del motocross y en las que te retan a esquiar, a llevar una bola metálica todo lo lejos que puedas, a explotar como un loco para emular a Splosion Man...

Trials Evolutions puede ponerte más o menos nervioso pero es prácticamente imposible que no te guste. Es uno de esos juegos a los que siempre te apetece volver, una fórmula que nunca se hace vieja y prácticamente sin fallos. Pocas veces amortizarás tanto un juego.

9 / 10

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