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Retrospectiva: Space Invaders

Lo que nunca se atrevió a preguntar del mundo del Videojuego

Otros seis meses más tarde, doce en total, Nishikado tiene por fin el proyecto finalizado; un videojuego que estaba destinado desde el primer momento en convertirse en un éxito, siendo buena prueba de ello las decenas de compañeros en Taito que ocupaban su escritorio durante horas jugando al prototipo. Pero como todos los grandes creadores, Nishikado tuvo que enfrentarse no en pocas ocasiones a una serie de amenazas representadas en los ejecutivos de la compañía. Estos, lo creáis o no, intentaron en varias ocasiones cancelar el proyecto.

Se dice que una de las principales razones era la violencia implícita del título. No era habitual en la época que la máquina intentase "matarte", de hecho vivir o morir en las recreativas de aquella época dependía exclusivamente de la habilidad del jugador. Eso sumado al "conflictivo" historial de Nishikado con títulos como "Gun Fight" despertó muchas alarmas en la sede de Tokyo.

Desde dirección se impusieron algunos cambios (como el mencionado cambio de humanos a extraterrestres) siendo el último de ellos el mismo título del juego, originalmente conocido como "Space Monsters".

Los temores se demostraron injustificados. A los pocos días de aparecer el título en los arcades japoneses el título ya es una verdadera revolución, vendiendo en poco tiempo más de 100.000 unidades por todo el país. De hecho sucedió algo muy parecido a lo que ocurriría unos años más tarde en Occidente con "Pac-Man": se abrieron cientos de nuevos recreativos en las principales ciudades niponas y algunos de ellos se dedicaron exclusivamente a esta máquina.

Bares, restaurantes, pachinkos o boleras, que Sega había convertido por entonces en los principales centros de ocio electrónico del Japón, se llenaron de las famosas "cocktail-table" de "Space Invaders", pequeñas mesas de bar con pantalla y mando incorporados que eran el canon del momento.

El éxito fue tan grande, que la leyenda asegura que Japón sufrió una escasez absoluta de monedas de 100 yenes, leyenda nunca confirmada pero sí asegurada por comerciantes de la época. Algunas fuentes que he consultado aseguran incluso que el Banco de Japón abrió una rigurosa investigación al respecto.

Esa misma Bally que llevaba años importando recreativas japonesas y cuyo momento de esplendor llegaría en los ochenta con la distribución de "Pac-Man", no tardó en comprar los derechos del título de Nishikado para distribuirlo en suelo americano.

Allí, como también en Europa, Bally distribuiría el mueble vertical más reconocible del juego, un mueble que intentaba suplir las carencias gráficas del título con tiras de celofán de colores y con un juego de espejos para reproducir un cielo estrellado de fondo.

En Estados Unidos el título fue también un éxito inmediato. Para mediados de 1981 se calcula que el juego había recaudado unos 1.000 millones de dólares en monedas. Cifra que sitúa los beneficios de Taito en unos 400 millones de dólares, una cantidad que por entonces equiparaba al estudio japonés con la factoría LucasFilms y su trilogía "Star Wars".

Pero no será la última ocasión en que "Space Invaders" hará historia. En 1980, en pleno auge de la Segunda Generación de VideoConsolas, cuando todos los sistemas tienen ya su copia no oficial del título de Taito, Atari anuncia lo inesperado: su presidente, Ray Kassar afirma que la compañía ha comprado los derechos en exclusiva para portar el juego a consola.

El "Space Invaders" de Atari 2600, aparecido ese mismo año, se convierte en la primera licencia de la historia del videojuego comprada a un tercero y también en la primera exclusividad.

El "Space Invaders" de Atari 2600, aparecido ese mismo año, se convierte en la primera licencia de la historia del videojuego comprada a un tercero y también en la primera exclusividad. Hay quien afirma que el juego se convierte también en la primera "Killer app" o juego vende-consolas de la historia.

No es para menos, las cifras de ventas de Atari 2600 fueron hasta ese año muy humildes; con la llegada de esta adaptación la consola multiplica sus ventas por cuatro de la noche a la mañana. Es a partir de este momento cuando la consola de Atari dominará ampliamente la primera Guerra de Consolas de la historia.

Los méritos que puede ostentar orgulloso Nishikado son muchos más. "Space Invaders" es el primer juego original en utilizar microprocesadores, por tanto el primer videojuego con animación y sonido dinámicos y también el primer juego japonés en despuntar internacionalmente, allanando el camino para el auge nipón en la industria al cabo de unos pocos años.

Es bien sabido que el mismo Shigeru Miyamoto, creador de Mario y Zelda, afirmó que antes de "Space Invaders" no sentía ningún interés en los videojuegos. No sería el único, Nishikado inspirará a cientos de creadores a desarrollar juegos de "marcianitos", algunos de forma tan evidente como el "Radar Scope" de Nintendo o el "Galaxian" de Namco. Ambas compañías decidieron dedicar sus esfuerzos a diseñar sus propios videojuegos gracias al éxito de la máquina de Taito.

Por si fuera poco, el éxito de los extraterrestres del juego como elementos de la cultura popular es innegable. Se pueden encontrar todo tipo de gadgets y artilugios con su forma, además de aparecer en portada de hasta cuatro de los libros sobre historia del videojuego en mi posesión.

Space Invaders es ya un icono cultural de nuestro tiempo.

Lo que quizá nos pueda parecer curioso es que mientras que "Space Invaders" fue un notable éxito a lo largo de los ochenta en Occidente, en Japón la fiebre pasó rápido. En 1979 su popularidad había decrecido a favor de otros títulos, lo que empujó a Nishikado a preparar una segunda parte aprovechando los avances tecnológicos del momento.

Pese al éxito internacional del original, el desarrollador nunca fue capaz de perdonarse los sacrificios técnicos que tuvo que aceptar en el desarrollo del juego, resarciéndose en la secuela que incorporaba color, nuevas animaciones e incluso una nueva nave espacial enemiga.

A "Space Invaders : Part II" le seguirían, con o sin Nishikado al mando, hasta treinta nuevas entregas, la última de ellas para dispositivos iOS y Android.

Los sentimientos que despierta "Space Invaders" a Nishikado parecen, según lo que se aprecia en las entrevistas, ser encontrados. Nunca se perdonó, pese a ser uno de los pioneros indiscutibles de la industria, los "bajos" resultados técnicos conseguidos con el título. Como la mayoría de desarrolladores nipones de la época no buscó la fama ni la notoriedad sino centrarse en sus siguientes proyectos.

Actualmente el desarrollador regenta un pequeño estudio de apenas una veintena de trabajadores llamado "Dreams", un equipo que ha colaborado en diferentes proyectos como el reciente "Battle Fantasia" para NintendoDS.

Bajo su imagen humilde cuesta imaginar que fue precisamente su labor en el desarrollo de un único título, el inolvidable "Space Invaders", lo que propició el despuntar de toda la industria japonesa del videojuego.

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