Del Toro y Ken Levine cargan contra las escenas cinemáticas

No esperéis ver horas y horas de escenas cinemáticas en el nuevo juego de Guillermo del Toro: el director siente un odio visceral hacia ellas.

Es lo que ha dicho el creador de El Laberinto del Fauno en una entrevista con Ken Levine, principal responsable de Irrational Games, que se ha publicado en la página web de la compañía.

De hecho siente tanta aversión que en cuanto aparecen se apresura en pasarlas de largo.

"Soy un jugador, mis hijas son jugadoras, pasamos incontables horas en el universo del juego", ha explicado.

"¿Sabes qué tipo de jugador soy? Cuando llego a una escena, la salto. Me pongo del plan 'no voy a ver una película, que te j***n'. Quiero un juego. Puedes quitarle el control al jugador de forma selectiva durante unos cuantos segundos pero no lo dejes sin hacer nada. Dale alguna p**a cosa que hacer, pero no le digas 'y ahora, unas palabras de nuestro patrocinador'."

Y Levine está totalmente de acuerdo con la opinión del director.

"La gente me conoce por hacer videojuegos conducidos por la historia así que dan por hecho que me tienen que encantar las historias de los videojuegos", ha afirmado Levine. "Generalmente no soy un gran fan de las historias en los videojuegos porque es el problema que tengo con ellos: quiero jugar. No quiero sentarme y que me cuenten una historia. Quiero interactuar con ella."

Y uno de los ejemplos de buen hacer que aporta Levine es el reciente juego de Supergiant Games, Bastion.

"¿Has jugado a un juego llamado Bastion?", le ha preguntado a Del Toro.

"Pruébalo, salió hace poco en XBLA. Usa técnicas de narrativa muy minimalistas pero muy efectivas que nunca te sacan del juego. Está escrito por un periodista llamado Greg Kasavin. Una de las razones por las que creo que funciona tan bien es porque la narrativa no es nada intrusiva, nunca te hace parar."

Como ya os anunciamos ayer el nuevo proyecto de Del Toro y THQ, InSANE, todavía tiene que pasar por un par de años de desarrollo hasta que podamos tenerlo en nuestras manos.