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Ferrari: The Race Experience

Il cavallino triste.

"Ferrari no fabrica coches, Ferrari fabrica sueños". Es evidente que en el mundo del automovilismo la constructora italiana es todo un referente. ¿Acaso hay alguien que no haya soñado con pilotar un "cavallino rampante"?

El problema es que debido a la comercialidad de una marca tan importante no siempre todos los productos que se hacen sobre ella están a la altura y el resultado, en ocasiones, puede ser mucho menos satisfactorio. Es algo que no ocurrió con el fenomenal Ferrari F355 Challenge de SEGA, pero que lamentablemente sí que ha pasado con el título que nos ocupa, un juego para Wii donde los sueños pueden convertirse en una pesadilla infame.

Ferrari: The Experience es un título que a priori puede llamar la atención porque nos permite conducir Ferraris, y eso nos gusta a todos. Pero cuando se profundiza en el juego nos dan unas ganas locas de volver a la realidad, bajar al garaje y poner las manos encima de nuestros destartalados Seat Panda de hace veinte años. Sí esos mismos que tenemos que llevar cinco veces a la ITV para que nos acepten la revisión.

Y es una lástima porque el grado afectivo del juego puede ser muy alto, sobre todo para los amantes de la fábrica italiana. Podemos pilotar hasta 34 coches de toda la historia de Ferrari, aunque los vamos desbloqueando de manera progresiva. Además tenemos la opción de "tunearlos" para cambiarles el color o añadir algún vinilo que personalice un poco cada vehículo. Realmente, un detalle un poco hortera que nadie en su sano juicio incluiría cuando hablamos de máquina de 500.000 euros.

El juego incluye 16 circuitos, aunque sólo un tercio de ellos están disponibles al comienzo. Para desbloquearlos tenemos que ir cumpliendo objetivos en los diversos modos de juego. Entre ellos destaca el modo Carrera, en el que se pueden seleccionar los grandes premios entre vehículos de competición, de carretera y clásicos. Evidentemente, el nombre indica qué nos encontramos en cada uno de ellos. Particularmente me llama mucho la atención que el tutorial esté incluido como modalidad de juego.