Sonic the Hedgehog 4: Episode I
Ahora sí.
Lo que queda muy claro es que en Sonic 4 se conservan las virtudes que convirtieron a los primeras entregas de la franquicia en mitos dentro del género. Ahí están las mecánicas jugables sin fisuras, la velocidad desenfrenada, el genial diseño de niveles y un ritmo perfecto. Pero también resulta evidente que dada la naturaleza episódica de Sonic 4 hay muchos elementos típicos de la saga que se han quedado en el tintero, seguramente para reaparecer en las próximas entregas. A muchos fans, sin duda, les chocará la ausencia de personajes como Tails o Knuckles, o que falten algunas cosas que sí estaban presentes en Sonic 2, pero la verdad es que Sonic 4 funciona a la perfección independientemente o no de la ausencia de estos elementos.
La gran pega del juego está en la duración, bastante escasa a pesar de sus dieciseis fases (cuatro escenarios con tres niveles y un jefe final cada una) y los siete niveles especiales para conseguir las Esmeraldas del Caos (que, por cierto, en PS3 pueden jugarse utilizando el SixAxis). Sin embargo, también hay que tener en cuenta que SEGA ha dejado muy clara de antemano la estructura episódica de esta nueva entrega, que el precio es relativamente bajo (ronda los doce euros) y que la presencia del modo contrarreloj y los marcadores online permiten alargar la vida del título un poco más.
Los nuevos y preciosos gráficos en alta definición seguramente generarán alguna que otra discusión entre los fans (ya sea por el rediseño de Sonic o por algún detalle muy concreto), pero lo que es innegable es que cumplen perfectamente su función y respetan fielmente ese estilo de cartoon colorista que siempre había caracterizado a las aventuras del erizo azul. Se mueven, además, a una velocidad endiablada, con lo cual se hace difícil tener alguna queja al respecto. El sonido pasa algo más desapercibido, no tanto por la calidad de los efectos (excelentes) sino porque las composiciones musicales están lejos de los niveles alcanzados con las entregas de Megadrive y no hay ninguna pieza particularmente memorable.
Sonic 4: Episode 1 es, afortunadamente, justo lo que los fans de la mascota de SEGA llevaban esperando durante los últimos tiempos. Atrás quedan los extraños experimentos con hombres lobo o guerreros medievales; en esta nueva entrega el se recupera la fórmula original, se añaden un par de nuevos elementos a la coctelera y se adorna todo con un bonito y alegre envoltorio en alta definición. No es perfecto, pero sí rápido, divertido y con un estupendo diseño de niveles. Es, en resumen, el Sonic que SEGA debería haber publicado hace ya muchos años, antes de que el Sonic Team perdiese por completo el rumbo... y los frenos.